viernes, 2 de noviembre de 2012

AMAUROSIS VOLUNTARIA





-Entra un paciente al consultorio y tropieza con la silla- la doctora Juárez levanta la mirada y al observar el bastón blanco y el perro guía, se disculpa, disponiéndose a ayudar. 

No se preocupe -dice la joven-soy nueva en esto, buenos días soy Magda. Con esto dio inicio la clásica consulta, empezando por el nombre los antecedentes, la religión, ocupación, etc., pero antes de llegar al padecimiento actual se alargó la conversación en el motivo de la ceguera (amaurosis); a ver explícame eso de que eres ciega por un mal de amores –replico la Dra. Juárez-

Pues la historia es larga, complicada y a estas alturas un poco aburrida, pero todo empezó con una relación de pareja y duro por poco mas de 10 años, todo terminó, sucedió lo clásico: la depresión, la soledad…tantas cosas…sentía una infinita tristeza, enfermedades, dolores inexplicables, incluso me dolía abrir los ojos, me dolía ver; un día me fastidie de todo, necesitaba un cambio, un golpe….algo, no sabia que, quería una nueva perspectiva, una nueva visión, así cruzo por mi mente un salto de bungee. Y así, sin más, un 16 de junio estaba con el arnés colocado; junte el coraje y salté, imagine que era un abismo y no regresaría jamás, abrí los ojos al caer y es la última foto que tengo, en el regreso de la cuerda algo paso, comencé a ver destellos, sombras, visión borrosa. Por instantes imagine que la magia estaba ocurriendo, la nueva visión llegaba, pero no fue así, un desprendimiento de retina fue el diagnostico. Ahí empezó el cambio que yo pedía, cambie mi casa por hospitales, pase por 3 cirugías, y hubo recidiva. Después de la tercera, decidí que no mas, cambie los hospitales por mi perro guía y por este bastón. Un poco asombrada con los razonamientos, la doctora lanzo otra pregunta, y por que vienes a ver un cardiólogo?-después de un suspiro y un breve silencio, Magda respondió-…pues mire como le comente antes del salto tenia muchos malestares entre ellos un dolor en los ojos, y un día de pronto se apagaron, hace unos días comenzó a dolerme el pecho, no se si sea el corazón o no, no quiero que pase lo mismo...

-hubo un breve silencio y dos suspiros al unisono, esta vez la doctora pensaba- no pudo evitar recordar su propia historia, paso lo mismo el dia que se le acabo el nosotros, pero no tuvo la misma suerte, una mañana despertó y el ya no estaba en casa, el infierno se había desatado...


Despertar y ver un hueco en la cama, vuelve actual nuestra situación, aunque sólo dejaste un maldito abrigo en el closet y en el baño un rastrillo viejo, puedo sentir que hay tanto. Cuando observo con mas atención, me doy cuenta de las miles de promesas que están por ahí en toda la casa, las he visto en la alfombra, colgadas en el perchero, guardándose del frío junto a la chimenea, casi presumiendo su presencia encima de la tele; también están mezcladas con el polvo de los rincones... son demasiadas.


Por eso es que he decidido ya no ver, he aprendido el camino y las distancias tal como lo hacen los invidentes, no necesito abrir mis ojos, no en esa casa, que los inunda de tristeza. Incluso cada día tengo más trabajo y menos oportunidad de ir, aunque siento nostalgia por mi cama sólo pero sólo extraño mi lugar en ella, por que ese hueco la ha vuelto temible para mi, ya ni siquiera me deja dormir en ella…por esto y por tantas cosas soy invidente por voluntad propia…



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