Extrañaba todo de ti, nunca debimos dejar esto en pausa, escuché tus palabras y me transporte al pasado, justo al momento previo a decirnos adiós. En ese tiempo en que todo era simple, por nada sufría ya, tú me curaste y todo se volvió estable, nada me hacía falta.
El problema no fue el adiós, más bien la promesa rota de jamás dejarme, pudiste llegar y no prometer, no tenías por que dejar tantos recuerdos y palabras. Ahí fue donde me partiste, jamás encontré la forma de reconstruirme.
No me perdí, pude seguir, lo q no pude es volver a confiar, prendí el automático y seguí caminando. No voy a mentir y decir que fui infeliz, eso estaría muy lejos de la verdad, pero siempre me faltó esa pequeña parte, la que te llevaste.
No tengo rencores, esperaba este momento, no perdí la esperanza, no puedo pedirte q te quedes, es más no quiero pedirlo. Solo pido una cosa, no intentes dejar palabras, construir ilusiones o promesas, no digas nada; o te quedas o te vas, sin rencores nuevamente, pero ahora no dejes promesas rotas, no olvides nada en el camino hacia la salida.
martes, 11 de julio de 2017
Por favor.
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